sábado, 23 de mayo de 2009

Mi aventura de ser docente y Mi confrontación con la docencia

  • Mi aventura de ser docente.
Creo que el malestar docente que existió en mí cuando inicié mi labor como profesora fue debido a la falta de habilidades y metodologías para lograr preparar e impartir una clase, también cuando no distinguía lo que yo podía aportar a mis alumnos, en esos momentos me sentía que no lograría transmitir lo que debería, no sabía cómo organizar una clase, pero esto se logra a través de la práctica y del tiempo, adquiriendo también tener una identidad profesional. En el texto Fernando Corbalán, menciona que “la mayoría de los profesores de secundaria nunca tuvimos una vocación clara de enseñantes, estudiamos una carrera para otra cosa”, esto también se aplica a los profesores de nivel medio superior, yo por ejemplo soy ingeniero en sistemas computacionales y, nunca me enseñaron a enseñar, a organizar una clase, la única experiencia que tenía era la de exponer un tema en alguna materia y en compañía de mis compañeros de equipo.

El otro problema al que me enfrenté es al de no saber comunicarme e interactuar con los alumnos, mi voz no es muy fuerte y sé que sí es importante el tono y el volumen, porque si el tono es fuerte, los alumnos prestan más atención, incluso cuando se les anima a realizar alguna actividad, esto lo he remediado haciendo lo siguiente: al iniciar la clase les escribo una frase en el pintarrón, seguida de la fecha, el tema, el subtema y el objetivo de la clase; los alumnos toman nota y comienzo a hablarles sobre lo que tratará la clase, en algunas ocasiones dependiendo del horario de la clase (por ejemplo cuando es después de receso), los alumnos están muy inquietos, entonces les dicto la pregunta que iniciará el tema para que al anotarla guarden silencio y pueda comenzar con la clase.

Con respecto a la disciplina, a mí me cuesta mucho conservar la buena disciplina, para lograrlo necesito planear mi clase y los tiempos en los que realizaré las actividades, para evitar que los alumnos tengan tiempo de distraerse; en ocasiones algunas actividades las realizan rápidamente y comienzan a distraerse, eso para mí es angustiante, porque quisiera que se quedaran quietecitos y atentos, sin embargo eso no ocurre.

Al igual que otros compañeros docentes , he protestado por el bajo nivel académico que tienen los alumnos, pero me he dado cuenta de que si tuviéramos alumnos excelentes, no nos necesitarían a nosotros los profesores, y es ahí a donde debemos de trabajar y también donde podemos evaluarnos en nuestra labor de docentes; lo que realizaré de ahora en adelante es, enfocarme un poco más en mis alumnos con bajo rendimiento, trataré de revisarles primero sus actividades y darles la palabra para que participen, pues son ellos los que más nos necesitan; los alumnos excelentes solos (sin nosotros) seguirán siendo así, y los de bajo rendimiento si necesitan que les pongamos más atención.

Para concluir, a pesar de mis malestares que a veces tengo, me agrada mucho dar clases y quiero ser maestra, no solo profesora como Miguel Unamuno lo menciona y a mí también al igual que a José M. Esteve esa frase me ha marcado una meta. Porque ser maestro es una forma de vivir, no sólo somos maestros en la escuela, sino que en cualquier lugar en el que nos encontremos.
  • Mi confrontación con la docencia.
En seguida mencionaré cómo me inicié como profesora, al egresar de la carrera de Ingeniero en Sistemas Computacionales realicé mi servicio social en el centro de cómputo de la Preparatoria Oficial Núm. 14, cuando concluí con este servicio me ofrecieron dar clases a 2 grupos y como a mí me agradaba auxiliar a mis compañeros de escuela cuando no entendían algún tema sobre todo de matemáticas la idea de dar clases me agradó, después de un ciclo escolar me cambié a la Preparatoria Oficial Núm. 107, porque necesitaban a un profesor que impartiera la materia de Innovación y Desarrollo Tecnológico y, mi formación cubría ese perfil para esa materia.

Ser profesora me agrada mucho porque en el salón de clases soy la que dirige al grupo y los alumnos nos tratan a los profesores como si supiéramos todo, eso ha significado algo muy importante en mi vida porque en donde sea que me encuentre los alumnos y la gente me llaman “maestra”, lo cual me compromete a dar buen ejemplo.

Las satisfacciones que tengo son que en muchas ocasiones al dejarles alguna actividad, los alumnos me sorprenden porque aportan nuevas ideas, también me agrada cuando me piden alguna opinión sobre alguna materia que no es la mía, o cuando me agradecen el haberles aclarado alguna duda. Otra satisfacción es que algunos alumnos egresados de la prepa, ya son profesionistas y en ocasiones vienen a visitarme a la institución y sé que también participé en su formación.

Lo que no me agrada es ver que algunos alumnos no logran cambiar su actitud en ciertas situaciones y, me siento responsable porque creo que no han logrado aprender lo que yo deseo enseñarles, eso también se ve reflejado en los resultados de los exámenes y cuando las calificaciones de algún grupo son muy bajas me preocupa. Pero a pesar de estas desavenencias me gusta mucho ser profesora.
Saludos.

3 comentarios:

  1. Tienes razón al principio de nuestro contacto con los alumnos, todos tenemos nervios. Admiro el interés de los maestros universitarios por mejorar su labor, porque no recibieron en su formación aspectos relacionados con la docencia. Pero por lo que expones has demostrado capacidad para incorporarte al Nivel Educativo. Acerca de la dsciplina coincidimos; es básica y es producto de una planeación, tal vez no tan rebuscada, sino determinar etapas del trabajo, recursos, tiempos y evaluación y sobre todo conoce al grupo.
    En ocasiones sentimos que los alumnos no nos entienden, qe no trabajan como quisiéramos, y nos desespeamos, esto demuestra nuestro sentido de compromiso y responsabilidad por la profesión y con la sociedad.

    Saludos. Alfredo

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  2. ¡Buenas noches Rosy!

    Me sumo a tu protesta por el bajo nivel académico de los alumnos, considero que se debe en gran parte, a que los compañeros maestros, no se esfuerzan por actualizarse, ni por mejorar su práctica docente, recordemos que uno de los retos del maestro, es convertirse en un verdadero facilitador del aprendizaje.

    Que tengas una excelente semana.

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  3. Hola Rosaura
    Un trabajo muy motivador en el cual tratamos de ser guías, mediadores, o los que dirigen al grupo entre contenidos y aprendizajes, siempre cuantitativa y cualitativamente que es el compromiso como docente.
    De las grandes satisfacciones es haber participado en la formación de nuestros futuros sucesores y con gran emoción por haber contribuido con éxito a esto.
    Saludos
    Lalo Escontrías

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